lunes, 18 de enero de 2010

CLASE 37 - EL ÁNGEL DE LA FUERZA ESPIRITUAL

¿Qué sucede cuando una fuerza irresistible choca contra un objeto inconmovible? Nada, si tu a la vez eres la fuerza y el objeto, cosa que ya es en el lado superior de tu vida. Supone que alguien te ataca con sus críticas. ¿Debes responderle de la misma forma? No, y ni siquiera debes preocuparte por los ataques verbales. Tú estás en la luz de tu Yo Superior y sabes que el "súper poder" que hay en tu interior es a la vez tu Fuerza y tu Escudo.

Por encima de las "noticias" que puedan darnos uno de estos días - el fin de un trabajo, el anuncio del final de una relación, la pérdida de una fortuna personal, etc.-, debemos aprender a manejar esa clase de revelaciones con la actitud de que "ninguna de estas cosas puede conmoverme. En primer lugar, debemos convertirnos en ese objeto inconmovible y, luego, comenzar a irradiar la Fuerza Irresistible para transmutar la intimidación, las amenazas, las opiniones.

Shakespeare escribió que "Antes de morir, los cobardes mueren muchas veces; el valiente sólo prueba una vez el gusto de la muerte". ¿Cuántas veces hemos "muerto" en nuestra vida? Una pérdida de poder y la consiguiente disminución de energía ocurren porque no hemos sido "valientes" - no hemos tenido valor, intrepidez, audacia, atrevimiento ni bravura, es decir, los atributos que liberan el fuego frío y claro de la Energía de la Transmutación en el mundo fenoménico -. Esta es la energía que remodela y refunda cada una de las situaciones y condiciones, transformándolas en una escena divina en la que aparecen las soluciones de todos los problemas que nos preocupan.

¿Dónde hemos de encontrar este Poder y cómo podemos llegar a ser uno con la fuerza irresistible y con el objeto inconmovible? Levantando el bloqueo que hemos impuesto sobre el Ángel de la Fuerza Espiritual. No quiero decir que tengamos que ser lo suficientemente fuertes como para "arreglárnoslas" con una determinada situación o a que debamos poseer una voluntad programada que diga "lo haré de cualquier manera", sino que me estoy refiriendo a un Poder Causal tan potente y poderoso que pueda, literalmente desmaterializar las llamadas situaciones amenazadoras y que nos revele la realidad del patrón divino que permanece firme más allá de todas las sombras.

A través de la sensación de las propias fuerzas (firmeza, fortaleza, carácter) llega el conocimiento de la voluntad (propósito, determinación, resolución) - y esta fusión del corazón y la mente es la acción de una asombrosa energía que fluye desde la supermente que llevamos en nuestro interior a través del vórtice de la fuerza divina, controlado por un arquetipo de la ley cósmica. Este arquetipo no es otro que el Ángel de la Fuerza Espiritual.

Invocando al Ángel de la Fuerza Espiritual y pidiéndole que nos guíe, somos cariñosamente poderosos y sabios y servimos al verdadero Poder que es Dios en nosotros y fuera nuestro.

La verdadera fuerza es ese poder que nos permite enviar nuestro amor y nuestra sabiduría a distancias cada vez mayores y que hace que compartamos con los demás nuestra más íntima esencia.

Te propongo que:

Siéntate y estírate en un lugar en el que te puedas relajar fácilmente.

Desconecta el teléfono y ponte cómoda. Respira con amplitud y profundidad, pero suavemente.

En cada inspiración visualiza el aire como Fuerza e invita al Ángel de la Fuerza Espiritual a entrar en ti. Cada vez que espires, visualiza el aire que sale como debilidad.

Hazlo diariamente y en unos pocos días verás cómo tu vida cambia y te sientes más fuerte y segura de ti misma.

Finalidad. Nos ayuda a adquirir voluntad mental, determinación emocional y fortaleza física para seguir el camino espiritual independientemente de las tentaciones del mundo.

Rasgos negativos que pueden presentarse a partir de las proyecciones del ego: una personalidad desafiante e irrespetuosa; un estado mental que parece estar eternamente atrapado en las luchas y conflictos de la vida.

Su energía resulta bloqueada debido a: la falta de compromiso con un modo de vida espiritual; la creencia de que el mundo de las formas ofrece mayor placer que el mundo interior del Espíritu, lo que debilita la resolución de mantenerse firmemente en el camino.

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EL ÁNGEL DE LA COMPRENSIÓN ESPIRITUAL

El Ángel de la Comprensión Espiritual está para ayudarnos a asir, comprender, absorber, interpretar, conocer y apreciar el significado de todas las cosas, incluyéndonos a nosotros mismos. Y uno de los mayores servicios que esta energía puede suministrar a las personas es dotarlas de una mente abierta, un atributo que la mayoría de nosotros debería utilizar a manos llenas.

Comprender es lo contrario de rechazar. Comprender es abrirse y abarcar. muchas cosas que creemos no comprender, en realidad las estamos rechazando inconscientemente por temor, por falta de amor.

Si fuéramos capaces de mirarlo todo con ojos inocentes, si viéramos las cosas tal cual son sin proyectar en ellas nuestras miserias, nuestros deseos o nuestros miedos, comprenderíamos. La verdadera comprensión se realiza con el corazón.

La luz de la mente es puntual como la de una linterna, y nos ayuda a iluminar aspectos de la realidad delimitándolos, pero la luz del corazón es como la del sol; nos permite ver todo, con calor con verdadero amor.

Por consiguiente, el lugar donde nace la verdadera comprensión es exactamente en nuestra conciencia. Cuando esta energía dinámica comienza a trabajar en nuestras mentes, desarrollamos, en primer lugar una comprensión intelectual de nuestra constitución divina y, cuando esa comprensión impregna nuestra naturaleza emocional, comenzamos a registrar subjetivamente una sensación de conocimiento.

Estamos empezando a comprender la Verdad de nuestra naturaleza, pero esa comprensión tiene lugar por grados, y hasta que no logremos elevar nuestra comprensión hasta su más alto nivel espiritual no podremos ingresar en el Conocimiento - donde sabemos y sabemos que sabemos.

Debemos ser conscientes del principio espiritual de la personalidad, o sea de la Verdad de que el Espíritu de Dios se está expresando por medio de su individualidad, de su Divino Yo, el cual a su vez, se manifiesta en el plano inferior a través de su personalidad. Su divina consciencia, su Yo, es el centro de expresión de Dios, y su personalidad es su canal, por el que se irradia la plenitud del Reino.

Veámoslo de otro modo: tu tienes un cuerpo físico, un Cuerpo Emocional y un Cuerpo Mental, pero eres un ser espiritual, un cuerpo de Luz, un individuo divino. Esta Verdad acerca de sí mismo se conoce como el Yo Superior, el alma, el Yo de Cristo, la superconciencia, el Ángel de la Presencia, el Hijo de Dios y el sagrado YO SOY. Cualquiera sea el nombre que elijamos darle, es la presencia de tu YO encarnando la plenitud de la Divinidad. ¡Tú eres Dios que está viviendo en Ti! La conciencia de esta Verdad es la piedra basal de la comprensión espiritual

Este centro de poder, situado en el campo de fuerza de cada individuo, está permanentemente irradiando su energía para crear y mantener las experiencias de nuestro mundo fenoménico que se relacionan específicamente con la comprensión. Si se encuentra liberado de las proyecciones del ego, esta divina forma de pensamiento abrirá nuestra mente para que pueda recibir las profundas Verdades espirituales que provienen de nuestra fuente. Sin embargo, si se encuentra reprimido por el ego, nos volveremos testarudos, tercos, obstinados, y adquiriremos una actitud de "yo-lo-sé-todo" y una personalidad inflexible.

El mundo en el que vive la mayoría de las personas no es precisamente el cielo en la tierra. Es un producto de la conciencia colectiva, la cual, constantemente, está reflejando una dualidad. Se trata de un mundo falso, producido por la mente y esa es la razón por la cual se lo llama ilusorio.

Cuando contemplas el Dios-Yo que YO SOY con una infinita fuente de suministros, de totalidad, de perfección, de éxitos creativos, de paz y como la esencia de todas las relaciones, estás profundizando tu conciencia de la verdad de tu Realidad. Y esa vibración ardiente, amorosa y vibrante que experimentas en el centro de tu corazón es la energía de la Verdad que asciende a la superficie para hacerte libre.

¿Cuán libre eres? La Luz de la Verdad que se irradia desde tu propio centro te revela la ausencia de enfermedades, discordias, carencias y de limitaciones, y lo hace disolviendo todas las ilusorias formas de pensamiento que han sido proyectadas por tu mente.

Cuando, súbitamente "te sientes bien" o sientes que dispones de abundancia de suministros como para satisfacer todos tus necesidades, esas sensaciones no se deben a que Dios haya curado tu cuerpo o haya hecho que tus asuntos prosperaran, sino que tienen su origen en el hecho de que la Luz de la Verdad te ha revelado que no existe una Realidad de Enfermedad o escasez. Todas estas experiencias que aparecen como "milagrosas" son, simplemente, la evidencia de que Dios satisface la Ley de la Armonía a través de tu comprensión de la Verdad.

Te propongo que:

Cierres los ojos y ponte en contacto con tu corazón. No te preocupes por lo que piensas, no importa, concéntrate más bien en lo que sientes. Pregúntale a tu Ángel de la Comprensión si tiene algo que ofrecerte. Visualízalo. Ábrete a Él. Acepta lo que te transmita. Pueden ser unas palabras, una imagen, una sensación. Es igual.

No lo juzgues, no lo intentes comprender con tu cabeza. Deposítalo en tu corazón, pues la comprensión ya llegará cuando sea el momento. Dale las gracias y despídete de Él.

Finalidad: Elevar las vibraciones de la conciencia al nivel de la percepción espiritual. Es la energía que abre las mentes y capacita al aspirante para aprender las verdades esotéricas profundas y para convertirse en un maestro de conocimientos.

Rasgos negativos que pueden presentarse a partir de las proyecciones del ego: testarudez, obstinación, terquedad y personalidad inflexible.

Su energía resulta bloqueada debido a: una actitud de "sabelotodo", y a la inflexibilidad con respecto a las nuevas ideas y enseñanzas.

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COMPARTIR

Una manera de aumentar y expandir tu disfrute de los encuentros angélicos es compartir el proceso con otra persona. Trabajar con otro para abrirte a los Ángeles brinda una energía adicional y torna aún más fácil oír la voz de tu guardián. La presencia de otros aumenta las vibraciones personales… ¡y atrae más Ángeles por cierto!.

Puedes compartir el Proceso de Gracia con un amigo, con tu pareja, un pariente o un colega que también desee hacer la vinculación angélica. Las mismas técnicas se adaptar para ser utilizadas con otra persona. Los ejercicios de Liberación pueden utilizarse tal como están.

Para la cimentación con otras personas establece la misma atmósfera serena que recomendé antes, eliminando cualquier distracción. Necesitarás los ejercicios de Introducción a la Cimentación y Cimentación Básica que recibiste. Ocupad dos sillas puestas frente a frente, con las rodillas separadas por una distancia entre quince y veinticinco centímetros.

1) Dedicad unos minutos a estar juntos, simplemente, con los ojos abiertos. Concedeos tiempo suficiente para superar cualquier timidez o censura que pueda surgir en un principio.

2) Cuando estéis listos, haced el ejercicio de la Introducción a la Cimentación.

3) A continuación haced la Meditación Básica de Cimentación.

4) Cuando hayáis terminado, decíos qué tipo de roca, planta y animal fuisteis y qué experimentasteis en los otros chakras.

Compartir vuestras impresiones y lo que recibisteis aumenta el gozo. De ese modo, lo que sucede parece más real, más vivo. A veces descubrirás que ambos recibisteis imágenes cuales o relacionadas entre sí. Es otra demostración de que todos estamos vinculados, pues somos parte de Todo Lo Que Es.

Una vez que tú y tu socio habéis cimentado y compartido, haced las Listas de Limpieza Espiritual y el Ejercicio de Liberación Básica. Aunque tú puedes tener que liberar cosas diferentes de las de tu compañero, este ejercicio es más efectivo si ambos liberáis todos los problemas juntos, en voz alta, utilizando el aliento con toda la fuerza posible. Seguramente no hallarás problema con el que no te sientas relacionada.

Después de la Liberación, os conviene hacer una pequeña pausa. Levantaos y caminad, rotad los hombros, sacudid brazos y piernas, aflojad el cuerpo. Abrid una ventana para respirar aire fresco. Hasta podéis poner un poco de música y bailar un rato.

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PROGRAMACIÓN ANGÉLICA NRO. 30

Cómo Jugar con las Proyecciones

Seguramente, a todos nos ha sucedido alguna vez que alguien se enojó con nosotros y comenzó a decirnos cosas tan fuera de lugar sobre nuestra propia persona que nos preguntamos de dónde había salido eso, y si no nos estarían confundiendo con otro.

Si tal fue el caso, hemos sido objeto de proyecciones infundadas. La proyección es un mecanismo de defensa que utilizamos para culpar a otros por nuestras propias faltas, o para suponer que alguien siente la emoción que nos embarga a nosotros pero que no queremos enfrentar. En otras palabras, cuando no examinamos nuestro lado sombrío podemos terminar proyectándolo en otros.

Si tomamos conciencia de las tácticas de proyección para con nosotros mismos y otros, tendremos la oportunidad de descubrir nuestro lado sombrío y el de los demás. Si podemos separar el dolor de un ataque y observar qué proyectan las personas que nos atacan, podemos aprender mucho sobre ellas y el lugar de donde proviene. Es preciso que tengamos una muy alta autoestima y la integridad suficiente para ver que sus proyecciones no se refieren a nosotros de manera personal. Además, al escucharnos cuando estamos enojados con otros, podemos aprender mucho sobre nosotros mismos, si es que tenemos el valor suficiente para mirarnos con honestidad.

Es prácticamente imposible no proyectar. Vemos partes de nosotros mismos en otros y los aspectos que más notamos en otros, positivos o negativos, son parte de nosotros mismos. Todos sabemos que para vernos el lado de atrás (lo que representa la sombra) necesitamos un espejo. Hay partes de nuestra personalidad que sólo podemos ver cuando se reflejan en la personalidad de otra persona; es decir, cuando se proyectan en otra persona.

Hay personas que toman muy en serio el concepto de la proyección. Por el contrario, yo les aconsejo que disfruten de las proyecciones. Cuando es uno mismo el objeto de una proyección se debe otra que se trata de un don de comprensión y no debe quedarse con lo que se dice sobre uno. Hay que practicar la indiferencia. Cuando el que proyecta es uno, se tiene que aprender a explorar lo que se proyecta y a determinar si es doloroso para uno mismo y para los que lo rodean. La toma de conciencia y la aceptación de la realidad conducen a una progresión natural de nuevas elecciones y formas de ser.

Una manera de explorar y jugar con las proyecciones y con el lado sombrío consiste en dibujar nuestro monstruo. Se utiliza esta técnica con los niños para ayudarlos a expresar el enfado de una forma que resulta segura. En general, los niños no se detienen en pensar lo que se les pide; saben que tienen un pequeño monstruo. Dado que en el interior todos llevamos a un niño que a veces se enfada, los adultos también podemos recibir los beneficios de dibujar nuestros monstruos.

Vamos a tomar una hoja de papel y varios marcadores o lápices de colores (el color es importante en este ejercicio) y vamos a dibujar el monstruo. No nos conviene molestarnos en negar que tenemos un monstruo, ya que este ejercicio no depende de que lo tengamos o no; podemos dibujar nuestro monstruo independientemente de lo que pensemos. Tampoco tenemos que preocuparnos por la habilidad artística; dejémonos ir… podemos dibujar un mamarracho o burbujas de colores.

Una vez terminado el dibujo, le ponemos un título y escribimos algo relacionado con la causa del enfado del monstruo. Vamos a escribirlo como si fuéramos el monstruo que cuenta por qué se enfadó. Al terminar de escribir vamos a estudiar el monstruo y lo que dijo. ¿Cuál es el origen de las cosas que dijo el monstruo? Quizás descubramos que todo se origina en un espacio de temor, o quizás algo diferente.

Vamos a pedirles a los Ángeles que nos brinden percepciones más profundas e ideas nuevas. Pero no nos dejemos llevar demasiado por el autoanálisis; no queremos hacer de esto nada demasiado profundo ya que intenta ser una expresión segura de cierto enfado o temor con el que hemos estado viviendo. muchos llegamos a convencernos de que si tan sólo fuéramos perfectos y no tuviéramos malos pensamientos, nuestros familiares o cónyuges o quienquiera fuera no se comportarían de determinada manera. Así que ocultamos los pensamientos en un armario.

Ya es tiempo de sacar nuestros monstruos del armario y de explorar los malos pensamientos, de tomar conciencia de que no es por ello que los demás cambian su conducta hacia nosotros, a menos que los ataquemos, y ésta es una reacción que podemos controlar.

Es preciso que los niños aprendan a expresar afecto y amabilidad en sus acciones, y formas de manejar sus enfados de manera constructiva mediante el autocontrol. En otras palabras, nadie nació perfecto; tenemos ciertos aspectos que son indicios de una lucha interior a la que podemos sobreponernos mediante una práctica espiritual honesta, que transformará esos aspectos negativos en fortalecimiento.

Con la aplicación del ejercicio o la práctica adecuada, nuestro punto más débil puede convertirse en nuestra mayor fortaleza. No nos sobrepondremos a las debilidades si las escondemos y negamos nuestros sentimientos, sin importar cuáles sean. Cuando comencemos a tener la valentía suficiente para observar nuestro lado oscuro sin juzgarnos negativamente, aprenderemos a iluminar la oscuridad.

Vamos a invocar a los Ángeles para que permanezcan junto a nosotros mientras observamos el lado oscuro; a la luz de los Ángeles los aspectos ocultos de la personalidad no parecen tan graves e insuperables. Cuando estamos frente a la luz y los Ángeles, y andamos el camino junto a ellos, las sombras ya no podrán controlarnos, porque cuando la luz de los Ángeles ilumine las sombras podremos ver qué es lo que hay allí y sabremos que tenemos la capacidad de transformar la oscuridad.

Aprender a desarrollar el Dios que llevamos dentro en lugar de ir tras el mal en otros, es una buena manera de seleccionar nuestras proyecciones. Ir tras el mal en otros no sirve a nadie como ayuda constructiva. Si hacemos más lugar en la vida para que Dios y los Ángeles trabajen en ella, tendremos la creatividad necesaria para manejar las sombras del yo inferior. Seguiremos de manera natural las sendas hacia el Yo Superior, lo que a su vez transformará los aspectos del yo inferior.

El manejo constructivo del enfado y el odio no es un proceso fácil puesto que implica un esfuerzo consciente y mucha práctica. El hecho de reprimirlo nos perjudica a nosotros mismos y a quienes nos rodean; entonces, abramos la puerta del armario y liberemos nuestro monstruo mediante una práctica constante de autoaceptación y el desarrollo de la amabilidad y la sabiduría en las búsquedas espirituales.

Hasta el Dalai Lama no duda en admitir que le llevó mucho tiempo de práctica superar su tendencia a enfadarse. Dijo: "Si por lo general permaneces enfadado durante diez minutos, trata de reducirlos a ocho. La semana próxima intenta con cinco minutos, y el mes siguiente con dos. Luego llévalo a cero. Así se desarrolla y se entrena la mente. Esto es lo que yo siento y es también la clase de práctica que realizo. Prácticamente no caben dudas de que todos necesitamos estar en paz. La cuestión, entonces, es cómo lograrlo. Por medio del enfado no será; por medio de la amabilidad, el amor, el afecto podemos lograr la paz interior individual.

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