sábado, 12 de diciembre de 2009

Clase II-47 - SONIDOS Y PALABRAS DE PODER

Nos referimos a los sonidos y palabras de poder, que son conocidos como los SONIDOS MÍSTICOS y a los que a veces también se conoce con el nombre de Palabras Sagradas de Poder.

El poder misterioso de estas palabras ha creado leyendas y se ha utilizado en narraciones y cuentos como algo que traspasa la fantasía y nos hace soñar, seguramente por reminiscencias de un conocimiento perdido para el público en general, pero guardado en el Santuario Interior de nuestro Ser Profundo.

En muchas ocasiones hemos oído cuentos o leído narraciones en las que se citan palabras cuyo poder mágico generaba ciertas condiciones que permitían, a quienes las pronunciaban, encantar a los elementos de la naturaleza, a los animales y a las personas.

A los adultos no iniciados en las ciencias herméticas les hace sonreír por aquello que consideran fantasías, pero en su interior desean que fuese verdad y que aquellos pudieran conocer esos ensalmos y palabras mágicas para conseguir sus anhelos más preciados.

Referencias Tradicionales

A lo largo de los tiempos, en todas las culturas y civilizaciones, así como en todas las religiones y todos los sistemas filosóficos herméticos, se ha dado una gran importancia a la palabra y a los sonidos místicos de poder que permitían efectos maravillosos en quienes los oían o en quienes los pronunciaban.

En el antiguo Egipto, se daba mucha importancia a la palabra como condición creadora, y el primer Dios de la mitología egipcia que tuvo un culto verdaderamente organizado fue el Dios PTAH que, según la leyenda, creó el Universo y todas las cosas a través de la palabra.

Entre los antiguos hebreos había ciertas palabras que eran inefables, como por ejemplo el nombre de Dios, cuya pronunciación correcta sólo era conocida por el Sumo Sacerdote, quien lo pronunciaba en algunas ocasiones en el Sancta Sanctorum del Templo, mientras que las trompetas del ritual sonaban para que los profanos n o pudieran oírle.

Ese nombre sagrado se perdió y actualmente sólo conocemos sus caracteres en el alfabeto hebreo que, al carecer de vocales, aumenta su dificultad en la pronunciación.

Se supone que el nombre debía se Yavé o Jehová, o algo parecido, pero lo cierto es que su pronunciación correcta sólo la conocen las escuelas tradicionales como la Orden Rosacruz.

También se sabe que los Esenios, de la escuela que floreció en Palestina en la misma época que Jesús vivió, y que posteriormente desaparecieron de la actividad pública misteriosamente, eran conocidos como los Hombres de Suaves Palabras, porque su palabra calmaba y se dice que incluso curaba.

Entre los aborígenes de Australia, los hechiceros de ciertas tribus aún utilizan ciertas fórmulas de encantamiento en forma de cánticos o palabras para curar a los enfermos.

Todos los que conocen algo de filosofía orienta, y que incluso practiquen yoga o conozcan algo de budismo, saben que hay ciertas palabras o sonidos que debidamente pronunciadas sirven para meditar o para entrar en profundos estados de conciencia. estas palabras son conocidas por ellos con el nombre de MANTRAMS

En la tradición occidental, y por supuesto también en la religión cristiana, son conocidas y utilizadas esas palabras místicas de poder, aunque desgraciadamente cada vez son menos utilizadas y su significado en gran parte ignorado.

No obstante todos estamos familiarizados en que los cristianos, cuando terminan sus rezos, pronuncias la palabra AMEN que también es utilizada por otras civilizaciones con sonidos si no iguales, sí muy parecidos, como por ejemplo AUM, o la palabra AHMIN, y otras similares.

(Nota: AUM o OM es sánscrito. Es sílaba sagrada y mística fundamento de todos los sonidos, emanente de la vibración cósmica, usada como emblema de la Divinidad o Brama y también como un Mantral. Equivale al amén cristiano y al Ahmin musulmán)

El uso entre los cristianos del canto litúrgico, y del canto Gregoriano en particular, no es algo accesorio o de mero ornato. Fue instituido por los antiguos padres de la iglesia, que tenían un conocimiento muy preciso del valor de estos sonidos, debido a que la transmisión espiritual que habían recibido correspondía a las fuentes más prístinas y directas del conocimiento interno.

Origen del Sonido Místico

El uso de los Sonidos Místicos, así como el del canto litúrgico primero, y del canto artístico después, tiene su origen en la observación y posterior puesta en práctica, de las leyes de la naturaleza en relación con la vibración y el sonido que nos afecta tanto en el plano físico como en el mental, emocional y en el espiritual.

Observemos cómo pueden afectarnos estos Sonidos Místicos, así como la vibración del sonido, tanto en su forma natural como en la elaborada, tal como puede ser la música o los cantos artísticos.

Físicamente: El sonido nos afecta en gran medida, tanto por su volumen como por su nota.

Actualmente se reconoce que ciertos niveles de sonido pueden afectar la salud y por ello, en algunos países, no se permite la construcción de aparatos tales como motocicletas, etc., que superen un límite establecido de decibelios.

De hecho es tanta la contaminación del sonido que hay en algunas ciudades que los automóviles y motocicletas y otros tipos de aparatos, se ven obligados a usar silenciadores por normativa ciudadana.

Podemos observar como ciertos sonidos hacen vibrar los objetos materiales de nuestro alrededor, e incluso nuestro propio cuerpo, que se ve afectado al estar expuesto a la vibración sostenida de ciertos sonidos.

Mentalmente: Podemos sentirnos calmados o excitados según el tipo de música o la calidad de los sonidos que estemos percibiendo. Todo orador sabe que hablar sin modular, y siempre en el mismo tono, adormece al auditorio porque forma una frecuencia monótona que predispone al descanso.

Al contrario, algunas palabras dichas en tono alto pueden irritar a las personas que las escuchan, con lo que se produce el proceso contrario. Ciertas notas chirriantes o sonidos muy agudos producen una sensación de irritabilidad que puede general un sentimiento de violencia en la persona que lo escucha.

Emocionalmente: Ciertas notas musicales pueden predisponernos a la exaltación o la calma, por ejemplo la música militar eleva el ánimo y produce una sensación de fuerza y predisposición a la marcialidad. Aquellos que alguna vez han escuchado la vibración producida por el redoble de tambores, al pasar ante sí una banda militar, que hacen temblar el aire e incluso el suelo a su paso, saben que la emoción intensa de lo marcial se apodera de ellos.

Así mismo, cierto tono de voz o cierta música o cánticos nos pueden conducir hacia la ensoñación o la melancolía o nos pueden hacer reír, llenos de felicidad, o llorar, embargados en la más profunda tristeza.

Espiritualmente: Los cánticos sagrados, debidamente pronunciados en la nota adecuada y con la palabra adecuada, hacen también que nuestra alma se alce a las alturas espirituales y podamos sentir o presentir la eternidad y la magnificencia de Dios.

Dice la Biblia, en el Evangelio de San Juan, Capítulo I: "Al Principio era el Verbo, y el Verbo estaba en Dios y el Verbo era Dios". "Todas las cosas fueron por Él hechas". "Y brilló en las tinieblas". "pero las tinieblas no le acogieron".

En este bello pasaje del más místico y espiritual de los Evangelios, se relata, en forma velada para el profano pero llena de significado para el iniciado, una de las más grandes leyes de la Naturaleza que los esoteristas han ido aprendiendo poco a poco y dominando por completo.

Es necesario que sepan que aquello que ustedes pronuncien y las palabras que ustedes puedan decir, tienen un efecto en sus alrededores, y que ese efecto será mayor o menor, no tanto por las palabras en sí mismas sino por cómo las pronuncien y por la ACTITUD MENTAL que tengan en el momento que las pronuncien.

Es necesario que aprendamos algunas cosas importantes para pronunciar adecuadamente las palabras que queramos que tengan efecto en los demás o en nosotros mismos.

El tono de la voz causa un efecto de calma o excitación, de confianza o desconfianza, de atención o aburrimiento, según sepamos emplearlo en el momento preciso.

El tono alto de voz causa excitación o irritación cuando es demasiado alto, por el contrario, el tono bajo causa una sensación de calma o de aburrimiento y de somnolencia, si es muy bajo.

Recuerden que no estamos tratando del VOLUMEN de la voz, sino del tono, aunque el volumen de la misma también tiene su importancia y debemos vigilar cuál es el volumen más eficaz en todo momento.

Cuando, al hablar, queramos afectar a otros o a nosotros mismos, debemos recordar la regla de oro que es: NUESTRA PALABRA DEBE ESTAR ACOMPAÑADA POR LA ACTITUD MENTAL ADECUADA A LO QUE DECIMOS.

Si queremos convencer debemos estar convencidos; si queremos calmar a otros, debemos pensar y desear, al mismo tiempo que hablamos a los otros, que estos se sientan calmados, como así mismo nosotros.

Cuando queramos estimular o irritar, al tiempo que pronunciamos nuestras palabras en tono alto y chirriante, debemos desear que los demás e incluso nosotros mismos nos irritemos.

Si queremos mantener una conversación amena o dar una charla o conferencia en la que deseamos que nuestros oyentes no se duerman, debemos hacer modulaciones de voz, a veces elevando el tono y otras veces bajándolo para que las alteraciones de nuestra voz no dejen que la atención decaiga, produciéndose un efecto de sopor en el auditorio.

De la misma manera que los Esenios eran maestros en la utilización de la palabra, es necesario que nosotros sepamos también, como herederos de los conocimientos más elevados de las Escuelas de los Misterios de la Antigüedad, aprender a utilizarla con eficacia para afectar, de acuerdo con nuestros deseos, a nosotros mismos, y a nuestros alrededores.

A partir de ahora observen el efecto de sus palabras; noten como el tono bajo calma a otros y a ustedes mismos, sientan como al modular sus palabras mantienen la atención de los que le escuchan y vean cómo las palabras en tono alto pueden irritarles a ustedes y a los que les escuchen.

Observen también que, si se sientan en la tranquilidad y se hablan a ustedes mismos mentalmente en un tono bajo y sosegado, también se calmarán por efecto de la palabra pensada en tono bajo.

También háblense mentalmente en tono alto e irritante y verán como pierden la calma por efecto de la palabra pensada en tono alto.

Practiquen estos importantes principios y aplíquenlos en la vida diaria. Como siempre, debemos decirles que la práctica es la que concede maestría.

El saber utilizar su voz les permitirá tener un dominio adecuado de ese gran instrumento que es la palabra y que debe estar a nuestro servicio. Es muy útil que utilicen adecuadamente las diferentes tonalidades de su voz, sobre todo en sus relaciones personales con su familia y con sus allegados. Saber decir lo preciso, en el tono adecuado, ayuda mucho en las relaciones humanas e incluso en las actividades laborales.

Algunas civilizaciones antiguas conocían el inmenso poder de la palabra y educaban a sus miembros en el adecuado uso de la oratoria para poder convencer y transmitir sus ideas a los demás miembros de la comunidad. Sabemos, por ejemplo, que en la Grecia clásica, los atenienses, a quienes podríamos denominar con toda propiedad como padres de la democracia occidental, fomentaban el libre intercambio de ideas en el Agora, que era el lugar donde cada uno exponía sus opiniones.

Allí no sólo se podía decir lo que se pensaba que era útil, sino que también era necesario saber decirlo, porque ello ayudaba, según los atenienses, a que la idea o el argumento pudiera ser aceptado.

Demóstenes, el mejor orador de la Grecia Antigua, no dudó en hacer ciertos ejercicios especiales para poder corregir un defecto en la dicción. Se cuenta que conocedor del inmenso poder de la palabra, iba a la playa y colocándose piedritas en la boca, trataba de imitar el ruido del oleaje y del viento, para poder tener la habilidad de pronunciar suavemente o en forma bronca, según el tono que debiera aplicar en sus discursos.

Uso de Sonidos Místicos

Podrán apreciar, que en algunas ocasiones y en algunos rituales, se utilizan frases en latín. Como muy bien pueden comprender, no se trata de una costumbre caprichosa o de un recuerdo arcaico. El latín es un idioma muy rico en ciertos sonidos místicos de poder, que sabiamente utilizado puede ayudarnos en el proceso de mejora de nuestros procesos mentales, así como en la percepción de ciertas realidades espirituales difícilmente cognoscibles en nuestro estado de conciencia habitual.

Una de las razones de que se escogiese el latín como lenguaje para los rituales cristianos de la Edad Media, así como para los cánticos sagrados conocidos como los Cantos Gregorianos, era precisamente que el latín es un idioma en el cual muchas declinaciones de sus palabras terminan en los sonidos UM y US, que son sonidos armonizantes, base de otros sonidos místicos.

Sonidos Místicos

Es fundamental y conveniente que tratemos ahora los sonidos principales y aprendamos su significado, aplicación y pronunciación.

El primer sonido místico que estudiaremos será el sonido básico llamado AUM. AUM es el sonido primordial entre los sonidos místicos, conocido y practicado por todas las tradiciones en todos los tiempos, en sus diferentes modalidades.

El sonido AUM es el sonido místico por excelencia, su vibración corresponde a 144 ciclos o vibraciones por segundo, que corresponde en la ley de ciclos y de ritmos a una octava absoluta, ya que es el producto de multiplicar por sí misma una octava completa, ó 12 x 12 = 144.

Su pronunciación se hace en el nota musical RE NATURAL, en la primera octava por debajo del DO CENTRAL, cuya vibración es precisamente 144 ciclos por segundo.

El sonido AUM recorre con su fuerza vibratoria todos los planos de manifestación de la conciencia humana ya que el poder de vibración de las letras que lo componen están relacionadas con los tres planos fundamentales de manifestación de la conciencia.

A > Es un sonido que está relacionado con las vibraciones de tipo astral o espiritual, es el primer sonido en todo idioma y el más básico dentro de las cinco vocales surgiendo directamente del mundo del espíritu.

U > Es un sonido que corresponde con el mundo de la mente y está relacionado con los procesos subconscientes así como con el mundo del sueño, es un sonido que induce a la ensoñación, a la calma e incluso al sueño, cuando se produce repetitivamente.

M > Es un sonido relacionado con el mundo de la materia, de carácter pasivo, también está relacionado con los procesos de pensamiento más habituales o materiales del ser humano, tales como el estado de conciencia vinílica o consciencia objetiva, que permite la percepción de las realidad materiales únicamente.

La pronunciación del sonido AUM en su forma correcta nos pone en armonía con todos los planos de manifestación, el material, el mental y el espiritual.

Así mismo es el sonido que afirma y fija las vibraciones mentales de tipo creativo, su significado es el equivalente de ASÍ SEA y se utiliza parra afirmar y remachar aquello que hemos pedido o deseado o lo que hemos creado en nuestra mente para su posterior manifestación.

Formas diferenciadas del sonido AUM son los sonidos AMEN y AHMIN que son utilizados en algunas tradiciones y religiones con el significado que ya habíamos definido como "Así Sea".

Una forma concentrada del sonido AUM es el sonido OM que tan conocido es por su utilización constante en la filosofía brahmánica y budista, y muy difundido en occidente por su utilización en la práctica del yoga.

El O es el resultado de la unión de los sonidos A y U, puesto que su vibración corresponde a un equivalente intermedio entre ambos. En el idioma francés las letras A y U cuando van juntas se pronuncian O.

RA > es uno de los tres sonidos místicos fundamentales, sus características son de tipo creativo activo. El sonido R es un sonido activo, masculino y de carácter regio y representa a estas características en los procesos constructivos de la naturaleza y creativos del Universo. La letra A tiene el mismo significado que ya habíamos estudiado y al unirse a la letra R conforma el poder creativo de la energía Cósmica que surge del mundo espiritual.

Los antiguos egipcios designaban al SOL con el nombre de RA, y representaban la polaridad masculina de la esencia divina, llegando a deificarle e incluso adorarle como un Dios. Su vibración corresponde a 432 ciclos por segundo y se pronuncia en la nota musical LA por encima del Do Central.

Estimula la glándula pituitaria que es la que produce el intercambio de pensamientos entre los diferentes planos de conciencia y sirve como glándula maestra que rige todo el sistema endocrino y prácticamente todo el organismo.

MA > Es el sonido complementario de RA, y corresponde a la característica femenina de las fuerzas de la naturaleza, es un sonido de carácter pasivo y maternal. Sus vibraciones son calmantes, maduradoras y protectoras y su pronunciación adecuada, lo mismo que el sonido RA, estimula la glándula pituitaria.

Su vibración es también 432 ciclos por segundo, y su pronunciación correcta se hace en la nota LA natural, por encima del Do Central.

Aplicaciones Prácticas

Los sonidos místicos de poder tienen muchas aplicaciones que pueden estar relacionadas con nuestra salud física y mental, así como con los procesos de pensamiento más profundos y otro tipo de aplicaciones que cualquier profano llamaría "milagrosas".

Los tres sonidos fundamentales que aquí hemos estudiado los podemos aplicar en los siguientes casos:

AUM > Sirve para reafirmar aquello que hemos pedido al Cósmico o hemos pensado en nuestros ejercicios de creación mental.

Así mismo en los períodos de relajación y de meditación, la pronunciación del sonido místico AUM, o del sonido concentrado OM, sirven para ponernos en armonía con todos los planos de manifestación del Cosmos, ya que el sonido AUM es el sonido armonizante POR EXCELENCIA.

RA > Sirve para estimularnos y concentrar en nosotros energía, en caso de decaimiento, la pronunciación del sonido RA nos da ánimos y nos restituye las fuerzas.

En períodos de meditación es un sonido que nos restituye y mejora las capacidades creativas activas que nos permiten impulsarnos en cualquier actividad o proyecto que tengamos.

MA > Sirve para calmarnos y mejorar nuestra relajación y descanso, en momentos de abatimiento nos hace sentirnos protegidos y confortados. Así mismo en períodos de meditación, nos permite descansar y madurar las ideas que podamos tener, así como nos protege de fuerzas inarmónicas a nuestros proyectos ideales.

La forma adecuada de pronunciar es tomar una respiración profunda y cantar el sonido místico mientras expiramos y hasta que hayamos soltado todo el aire de los pulmones. La pronunciación deberá ser suave, ya que no por cantar muy alto se consiguen mejores efectos. En algunos casos pueden pronunciar los sonidos mentalmente y conseguirán también buenos resultados.

El canto puede durar unos diez segundos, imaginen cada letra de los sonidos que ahora vamos a poner fuesen un segundo, entonces la pronunciación de los sonidos místicos fundamentales sería aproximadamente así.

AAA UUU MMMM

RRRRR AAAAA

MMMMM AAAAA

Al final el sonido se debe ir extinguiendo suavemente.

En sus períodos de meditación o de ejercicios, solamente deberán entonar los sonidos místicos TRES VECES, un máximo de TRES SONIDOS cada vez, ya que al hacerlo en mayor número disminuye su eficacia.

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LA REALIDAD DE DIOS

Dios es.

Dios es la única presencia, el único poder, la única fuerza y fuente de todo. Dios no tiene competidores, puesto que no hay realidad existente fuera de Dios. Dios es omnipotente (todopoderoso), omnisciente (lo sabe todo), y omnipresente (está en todas partes). No hay lugar donde Dios no esté, por la sencilla razón de que nada existe sin Dios.

Dios no es ni un hombre, ni una mujer, ni un objeto.

Dios no es nuestro padre, nuestra madre o nuestro benefactor. Estas palabras se emplean sólo para ayudarnos a entender unas relaciones - las nuestras con respecto a Dios - pero no para determinar una especie de parentesco más humano. Las empleamos sólo por conveniencia, o porque nos resulta tranquilizador hacerlo. Nos llamamos a nosotros mismos "hijos de Dios", porque no sabemos de qué otra forma llamarnos, y ésta nos parece tan buena como cualquier otra cosa.

Estamos hechos a imagen de Dios, pero no en el sentido de la apariencia física, sino en relación al poder de nuestras almas y al potencial de nuestras mentes. Dios es Creador; nosotros somos cocreadores. Sería más apropiado, y más conforme al a Verdad, si nos llamáramos "extensiones" de Dios, o, tal vez "pensamientos" en la mente de Dios. E incluso sería adecuado emplear otro nombre para llamar a Dios, como la Fuerza, el Único, el Todo, el Ser, la Única Mente, la Fuente o cualquier otro término que traduzca esa idea de la Divinidad sin limitación ni recorte, más allá de cuanto pueda ser abarcado.

Pero si, por un lado, Dios es más de lo que cualquier nombre, protocolo, jerarquía o concepto pueden describir o definir, por grandiosos que sean, está, por otro, tan cercano realmente a nosotros como nuestro próximo aliento…, tan inmediato como nuestro próximo pensamiento. Somos parte de Dios y existimos dentro de Dios. El único pecado real es creen en una separación: en que pudiéramos existir o tener nuestro ser al margen de Dios. Esta idea es una figuración nuestra. Dios no ha marcado una separación; la hemos abierto nosotros con nuestra percepción de que, de alguna forma, éramos capaces de trascender Lo que No Puede Ser Trascendido.

Dios no depende de lo que pensemos de Él: nuestras creencias o incredulidades no afectan a Dios, sólo a nosotros mismos.

Dios no es miembro de ninguna Iglesia ni religión. Son todas las iglesias y religiones las que caben en la inmensidad y en la gloria que es Dios. No hay "una" religión, de la misma manera que no existen ningún pueblo ni persona "elegidos", ni una única forma de considerar lo que no puede ser comprendido plenamente. Todos somos "hijos" de Dios en el sentido de que todos somos almas creadas por Dios, sin sexo, sin forma, sin nacionalidad, completas plenas y perfectas en la medida en que exploramos las inagotables maravillas de Dios. En todos y cada uno de nosotros reside una chispa de la esencia de Todo Cuanto es Dios, como una conexión indestructible, como una cuerda de seguridad que nos garantiza seguir siendo parte de Aquel Al Que Nunca Podríamos Dejar.

El maravilloso gozo de advertir y conocer nuestra singularidad, nuestra grandeza como creaciones de Dios y cocreadores con Dios es semejante a la experiencia de verse anegado por las abrumadoras oleadas del Glorioso Amor de Dios.

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MENTALIZACIÓN 24 - A

Duración: 2 Semanas. Leer por día por lo menos una vez cada afirmación

1) El Paraíso existe y está dentro tuyo

Hace dos mil años surgió el Sabio de Galilea, haciendo una revelación sorprendente: el Paraíso existe, pero no es un lugar, sino un estado mental. Él dijo: "El reino de los Cielos está dentro de vosotros mismos".

El Maestro señaló el camino y la localización del nuevo Paraíso: el interior de la criatura humana. Las únicas barreras que impiden que alguien entre en el Paraíso son las que Él mismo pone.

El Paraíso es el estado mental de reino de los Cielos, y reino de los Cielos significa felicidad.

Sumérgete dentro de vos misma, sigue por los caminos alegres y soleados de la mente positiva y feliz, y llegarán infaliblemente al cielo interior. No busques afuera lo que está adentro. Deja de andar errante por otros caminos, si deseas llegar al Paraíso.

Mentalízate: YO SOY la alegría, el amor, la felicidad y la paz. El Reino de los Cielos está en mí. Tomo posesión hoy y siempre de mi Paraíso, en el que vivo y viviré, sin jamás ser expulsado de Él por ninguna razón. Así es ahora y siempre.

2) El bien es más fuerte que el mal: el bien es la luz y el mal es la sombra

A fuerza de predicar contra el mal, muchos terminan pensando que es más fuerte, más poderoso y más irresistible que el bien. Se ven multitudes aterrorizadas por el mal, invocando a todas las potestades divinas para liberarse del asedio de las fuerzas malignas. La sugestión alcanza plenamente a las mentes más débiles y sensibles, a tal punto que muchas personas se consideran poseídas.

El miedo es un poderoso estímulo para la imaginación y la imagen desencadena el proceso. El resultado es que ciertos creyentes llegan a ver al Diablo hasta en los que no están de acuerdo con ellos. Esta es la más macabra polución de la mente humana, fruto de un primitivismo grosero, a pesar de que todo se hace con buena intención.

El bien existe porque procede de Dios. Es la fuerza suprema arraigada en el Poder Mayor. El bien es energía positiva, que fortalece física, mental y espiritualmente.

El bien es la luz que ilumina los caminos de la vida humana. La luz siempre ahuyenta y domina las tinieblas. El bien es el resultado de la fuerza todopoderosa de la fe.

Mentalízate: Sólo creo en el bien, sólo hablo el bien; sólo hago el bien, sólo uso la fuerza del bien. Vivo en la Presencia Divina, unido a la Fuerza Superior, usando el Poder Supremo que todo me lo alcanza. La Luz me ilumina.

3) El Pensamiento, en cualquier forma, acciona la fuerza creadora del Individuo

El pensamiento es el vehículo que acciona el subconsciente, cuya esencia contiene la fuerza creadora y ejecutiva. El pensamiento hace la forma, se expresa, se materializa. Actúa en la mente subconscientes en forma de palabra, idea, de imagen, de deseo, de fórmula, de oración, de mentalización, en fin, de cualquier manera posible e imaginable.

Muchos suponen que el pensamiento es la fuerza, pero en realidad acciona la fuerza y el poder. En última instancia, sea que lo entiendas de una manera o de otra, no importa, porque el resultado es el mismo. Dicen que querer es poder, pero ahora sabes que pensar también es poder.

Piensa positivamente desde el amaneces y estarás poniendo en acción energías poderosas, que producirán resultados benéficos.

Mentalízate: Mi pensamiento es mi vida. Sólo tengo pensamientos positivos, saludables y prósperos. La alegría, salud, el éxito, el amor, la paz, felicidad, abundancia, protección divina, el discernimiento, son mi alimento mental, pero eso soy fuerte, positiva y exitosa.

Mi fuerza creadora es mi pensamiento. Uso esta fuerza para mi beneficio, para beneficio de los míos, de mi comunidad, de mi país y de toda la humanidad. Así es ahora y siempre.

4) La Vida es hoy, aquí y ahora. Tú eres feliz, porque hoy eres feliz.

Deslígate del pasado. Él no existe. No des vida a un fantasma. Despreocúpate del futuro, que tampoco existe. Tu vida se convertirá en un fardo pesado si juntas el ayer y el mañana a tu vivir de hoy.

Perdona el pasado, es decir, apártalo de ti; deja de querer aferrarte al futuro, porque no está aquí. La vida es solamente hoy, aquí y ahora.

Sé feliz en este instante, solamente en este instante, y tu serás feliz, porque sólo existe este momento que tú estás viviendo.

Agregar las cargas del pasado y del futuro es falta de inteligencia. Dar vida a lo que no existe es idiotez. Ni siquiera hay razón para preocuparse por la supuesta incertidumbre del futuro, porque éste no será otra cosa que la cosecha de tus pensamientos de hoy.

No debes preocuparte por el día de mañana, ya que será lo que tú hagas de él. La preocupación es fruto de la ignorancia. Preocuparse significa preocupar negativamente la mente en algo que no sucedió y que piensas que puede suceder. Es gastar energías para promover el mal.

Se produce aquello que piensas y crees que va a suceder, de ahí que, a través de este razonamiento, por la preocupación estás creando todas las condiciones para que suceda en el futuro aquello que no quieres que suceda.

Mentalízate: Este es el ahora de mi vida, vivenciado por mi pensamiento.

En este instante existencial sólo pienso en la alegría, la felicidad, el amor, el éxito, la prosperidad, la salud, la paz y la armonía universal. Sé que estos pensamientos son mi realidad mental y material, por eso soy despreocupada, desinteresada, liberada y doy los pasos de mi realización con fe y con la seguridad absoluta d que el mañana será aún mejor.

Me libero del pasado negativo, me despreocupo del futuro y vivo en plenitud del día de hoy. Yo soy feliz porque hoy soy feliz. Así es ahora y siempre.

5) La Esencia de la Vida Humana es la Felicidad. El Amor, el Reino de los Cielos.

En el ser en el que todo es felicidad, todo lo que es creado a partir de Él es felicidad. No vale argumentar diciendo que aunque una muñeca fue hecha por el hombre, no por eso es hombre. Una cosa es ser fabricado por alguien y otra cosa muy diferente es nacer de alguien, tener origen en alguien.

La vida humana se origina de la vida divina y la vida divina es la felicidad, el amor, el reino de los Cielos. Por lo tanto, la esencia de la vida humana es la felicidad, el amor, el reino de los Cielos.

Ya que nacimos de la felicidad, nuestro destino existencia necesario es ser felices. Mientras no seas feliz, andarás errante por los caminos equivocados de vos misma.

Mentalízate: Bendigo la Inteligencia Divina, que sacó de sí misma lo mejor que posee para hacer mi esencia: la felicidad, el amor , el reino de los Cielos Interior.

Yo soy la felicidad; Yo soy el Amor; yo soy el Reino de los cielos.

Determino, en este instante, que esta verdad se manifieste plenamente en mí, y que todo mi ser vibre de Felicidad, se ilumine de amor y festeje el reino de los Cielos. Así es ahora y siempre.

6) La vida no es Lucha ni Sufrimiento, sino una caminata alegre y bendita a favor de la corriente cósmica del universo de Dios.

Si la vida fuese una lucha habría que luchar contra algo o contra alguien. Todos los seres del Universo, sin embargo, son obras del Amor y forman la unidad del todo de la Creación.

Cada uno tiene su misión que cumplir, su camino por recorrer, y nada fue puesto por Dios para impedir la realización del destino feliz de cada uno.

Hablar de lucha es cometer una grosera equivocación. Toda la humanidad y todo el universo forman una unidad contigo. Nosotros estamos en comunión universal. Tú eres una con el universo.

Luchar contra cualquier ser del universo es luchar contra tigo misma, un contrasentido. Hacer de la vida una lucha es desarmonizar y destruir lo que Dios hizo como unidad. La lucha supone un enemigo y no existen enemigos en este mundo, fruto del Amor Infinito. Todos somos parte esencial de la misma vida.

Mentalízate: YO SOY hija de Dios, hecha de la sustancia divina, partícipe de un hermoso universo, habitante de un paraíso terrestre, dotada de poder y sabiduría para conducir mi caminata a favor de la corriente cósmica, usufructuando de ella la felicidad, la prosperidad y la vitalidad.

No veo la vida como lucha, ni como competencia, ni como sufrimiento, sino como un mundo fraternal, un río de luz infinita en el que baste lanzarme libremente para alcanzar el destino natural de la felicidad y de la fortuna. Así es ahora y siempre

7) Repite la meditación que más te guste.

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